
El deseo de venganza nace en el corazón humano producto de la inconformidad y rabia contenidas por la falta de perdón y la amargura hacia quienes nos han hecho daño. El deseo personal de que nuestros agresores paguen por las faltas que nos hicieron lleva a los más bajos instintos totalmente antónimos a Dios y Su Palabra. La expresión ojo por ojo y diente por diente nace en la ley del Talión y lo menciona Jesús en el sermón del monte.

Según el diccionario, «talión» significa una pena igual a la ofensa y la ley del talión consiste en hacer sufrir al delincuente un daño igual al que causó.
La Biblia es enfática en que no debemos vengarnos por cuenta propia, sino dar lugar a la venganza del Señor sobre la situación y las personas sobre quiénes nos sentimos dañados. Nunca debemos disfrazar la venganza detrás de versículos bíblicos donde deseamos el mal a otros. Allí no opera Dios mi amado lector.
Por amor a Dios y obediencia a Su Palabra fui visto a los ojos de los hombres como tonto por obrar mansamente en algunas situaciones difíciles que afronté hace algunos años. Me tocó literalmente entregar mi camisa, mi abrigo y poner ambas mejillas. Siempre el mundo nos mirará así si no comprenden las palabras de Jesús. El tiempo pasó y Dios obró a mi favor.
El dolor del corazón es muy mal consejero. SI NO PERDONAMOS DAÑAREMOS SIEMPRE a los demás. La venganza se manifiesta en murmuraciones hacia quienes nos hicieron daño, y deseos malsanos de que les sucedan cosas negativas.
Es doloroso hablar de estos temas pero el corazón del hombre es corrupto por naturaleza. Si tienes luchas fuertes en tú corazón y evidencias señales de venganza hacia otros, murmuras permanentemente, quiere decir que se ha sembrado una raíz de amargura que te llevará tarde que temprano a vengarte, sino perdonas y renuncias en el nombre de Jesús.
Bendice y paga con bien todo el mal que te han hecho. No busques por ningún motivo vengarte. Te bendigo. Dios no ha terminado contigo.
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Pr. José Ángel Castilla
Por esto debemos guardar nuestro corazón, que difícil es; pero en Cristo tenemos el modelo y la ayuda.
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Nos cuesta esperar que Dios se encargue del enemigo
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Ufff es un ejercicio casi que diario, por que nos dificulta tanto dejar que Dios se encargue ?
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Cuesta muchos veces esperar que Dios se encargue del enemigo! Gran msje
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Amén Pastor, reconozco que es difícil en muchas situaciones, pero debemos ser humildes para dejar que obre el.Señor en esas situaciones. Excelente día
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Amén gracias pastor interesante tema me ayuda mucho bendiciones
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