Restituir significa: Devolver una cosa a su dueño o restablecerlo en su estado anterior. Todos hemos sido víctimas donde hemos perdido algo: Familia, paz interior, bienes materiales, alegría, un amor, la fé, amistades, etc. El innombrable enemigo de nuestra alma y felicidad dice la escritura, ha venido para HURTAR, MATAR y DESTRUIR pero Jesús vino a traernos VIDA y Vida en abundancia.
Su antagónico plan busca robar de nosotros todo lo que nos acerque a Dios y hacernos plenamente felices. No hay nada más placentero para el mundo espiritual antónimo a Dios que vernos tristes, que vivamos injusticias, dolor, desilusión, angustia, frustraciones, etc.
¿Qué has perdido en este último tiempo?
Cómo hombre de Dios he comprendido que mucho de lo que vivo hoy será la enseñanza que tendré para testificar del poder del Señor mañana. Cuando vivimos pruebas no entendemos de forma instantánea lo que sucede, pero Dios si sabe lo que hace y el porqué lo permite. Dios puede permitir para nosotros cosas inesperadas e inentendidas para probar nuestra fe, hallarnos fieles y enviar una unción de restitución y nos sea de vuelto todo lo perdido.
Soy fiel testigo que todo obra para bien. Nunca lo olvides, para bien y no para mal, aunque te sientas hurtado y con deseos de no avanzar, Dios está obrando. Hay un coro que me ministra mucho con el que deseo cerrar y es: Aunque no pueda ver estás obrando, aunque no pueda ver estás obrando, siempre estás, siempre estás obrando. Siempre estás siempre estás obrando.
Te bendigo. Feliz fin de semana. Abrazo fraterno. Suscríbete a este blog si fuiste bendecido y deseas recibir notificación a tu correo.
Pr. José Ángel Castilla
Gracias por leer nuestras entradas y comentar lo que Dios está hablando y haciendo en tu vida.