Hay personas muy amadas que pertenecen a nuestro circulo mas intimo conformado por: padres, esposos, hijos, hermanos y aquellos amigos cercanos a nuestra vida.
Juan el discípulo amado tenia tanta intimidad con Jesús que fue el único que relata la escritura podía recostarse a su pecho y al morir en la cruz, le dió el Señor el cuidado de su madre.
Quienes me conocen bien saben como es mi relación con mi hija. Tengo tanta confianza e interacción con ella, que cada vez que dice o hace algo incorrecto que puede afectar la relación conmigo, no pasa mucho tiempo en que me pide disculpas o me dice: PAPI, PERDÓNAME.
¿Por qué pide perdón con tanta facilidad? Porque desde muy pequeña me ha visto perdonar y pedir perdón a ella y a otros. Nunca le he dañado el corazón hablándole mal de nadie. Aunque me hayan hecho daño. Muchos padres no se bajan de su pedestal de perfección y reconocen delante de su familia que han cometido un error.
Es doloroso entonces fallarle a un ser amado. El sentimiento de culpa de haber traicionado o abusado de la confianza que nos entregaron, traspasar los limites que nos impusieron o juicios que emitimos en un momento de rabia, cosas que creímos y no eran ciertas, en fin.
¿Identificas las razones por las que sientes se han dolido contigo o tu con alguien muy amado?
¿Que debemos hacer?
RECONOCER delante de Dios que hemos fallado y buscar la forma de acercarnos al ser amado buscando restablecer el dialogo roto. Se rompió el puente de comunicación, procura tomar la iniciativa para restablecerlo. PIDE PERDÓN a esa persona que le fallaste por la acción u omisión cometida. SE PACIENTE Y ESPERA. Pedir perdón depende solo de nosotros, pero reconciliarnos depende de que ambas personas quieran hacerlo. Hay relaciones que se rompen porque uno de los dos pese a la nobleza y humildad de pedir perdón al otro, nunca mas se reconcilian por orgullo o dolor.

Estar en paz con los demás, sean amados, cercanos o no depende solo de nosotros. Es grande y loable delante del Señor y de a quien fallaste reconocer y reparar. ¿A quien fallaste en este último tiempo? ¿Cual fue la falta que cometiste? ¿Que has hecho para reparar a esa persona?
Es hermoso restaurar relaciones. ESO VIENE DE DIOS. No hacerlo habla de orgullo y el AMOR DE DIOS NO HABITA ENTONCES EN NOSOTROS. Imposible que no tengamos roces. Con un corazón limpio da el primer paso, sea que nos desprecien o reciban siempre es GRANDE decir perdóname, porque también hemos sido perdonados por el Señor.
Dios aun no ha terminado contigo, sigue adelante. Tus comentarios son importantes. Si fue de bendición esta entrada, suscríbete y difunde a otros.
Abrazo fuerte.
Pr. José Angel Castilla
Instagram: joseangelcastilla
Twitter: @prjosea
Es de sabios reconocer que hemos fallado , y aún más sabio ser prudente y ofrecer perdon a esa persona a quien le hemos fallado . Lindas reflexiones pastor , Dios lo bendiga en este proyecto
Me gustaLe gusta a 1 persona
Amén Gustavo. Te bendigo. Gracias por tu comentario y apoyo en este proyecto de Dios.
Me gustaMe gusta
Valiosa enseñanza!!!El perdón nos libera de la amargura y la falta de perdón nos ancla en un mar de dolor y tortura mental que se refleja en cada acto. Dios con su infinito amor nos hace libre y nos conducce por caminos de paz
Me gustaLe gusta a 1 persona
Gracias por valorar mi trabajo y proyecto de Dios. Le bendigo
Me gustaMe gusta
Perdonar nos hace bien para avanzar
Me gustaLe gusta a 1 persona
Necesitamos avanzar Roxana. Te bendigo. Gracias por tu comentario.
Me gustaMe gusta
Excelente pastor, sé q he cometido fallas, y a causa d ellas he pasado por momentos no fáciles, pero le doy gracias a Dios porque lo más importante es reconocer y pedir perdón. Por eso he decidido confiar y esperar en él.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Sigue confiando y dependiendo de Dios Sandrys. Te bendigo. Gracias por tu comentario.
Me gustaMe gusta