El titulo de mi post de hoy, es una total paradoja que espero puedas comprender muy bien, porque tiene un gran significado para tu vida espiritual. RENDIRTE es someterte al dominio o a la voluntad de alguien, dejando de oponer resistencia. RENDIRTE es sinónimo de fatigarte mucho o quedarte sin fuerzas.
Todos los días libras batallas espirituales en un reino invisible que es opuesto a Dios y a sus planes de bendición para ti. Los ejércitos de las naciones antes de militar en una guerra, se preparan y revisan el número de hombres preparados para combatir, su capacidad de reacción inmediata ante un ataque de la nación enemiga y cuanto poder bélico tienen para enfrentarlo.
Tus armas espirituales son totalmente distintas. No peleas con puños, tanques de guerra, bases en el mar, aviones armados, etc. La preparación para ganar tus batallas inicia RINDIENDOTE AL SEÑOR. Eso hizo Josué al librar la batalla mas grande de su vida. Tuvo un encuentro con Dios, se postró en ADORACIÓN y le preguntó: ¿QUE QUIERES QUE HAGA TU SIERVO? Y la respuesta del Señor fue: CONSAGRATE. Esto significaba quitarse su calzado.
La victoria la obtendrás cuando te rindas. No ganarás nada si haces alarde de cuanto oras, cuanto tiempo llevas congregandote en una iglesia o presumas cuan fuerte eres. Muchas veces le he dicho al Señor en oración que soy débil, que no puedo más, que se me fueron las fuerzas y que lo necesito a El mas que a nada en este mundo. Es alli cuando cobro fuerzas y me siento lleno de poder para enfrentarme a lo que pensé que nunca me enfrentaría. Todo porque Dios está conmigo.
Es importante que pises el orgullo, la voluntad y la falta de confianza en Dios y los SOMETAS DEBAJO DE SUS PIES. ¿Qué batalla necesitas librar? Mientras mas débil te sientas, mas fuerte serás en el Señor, enseña el apóstol Pablo. Rendirte es entrega, es reconocer que Dios es mas fuerte que tú. Mientras el vaya delante de ti como poderoso gigante, todas las batallas estarán libradas y ganadas.
Recuerda que quien inició en ti la buena obra la perfeccionará, porque El no ha terminado contigo. Suscríbete y recibirás notificación a tu email cada vez que suba un nuevo post, comenta en la caja de comentarios y comparte el link de esta entrada.
Abrazo fraterno.
Pr. Jose Angel Castilla
Amen cuando queremos ganar nuestras mejores batalla son más fuerte pero con Cristo somos más que vendedores
Me gustaMe gusta
Amén, en mi proceso he sometido mi voluntad, mi propio entendimiento a lo que Dios me ha dicho en Su palabra, he visto el cumplimiento de ésta en mi vida, he visto a Dios obrar a mi favor, he aprendido que la rendición y consagración a Dios es diaria. Gracias Pastor Dios le continúe bendiciendo grandemente.
Me gustaMe gusta
Gracias Pastor por aclararnos que rendirse significa bendicion. Y lo importante que es, asaociandola con humildad.
Me gustaMe gusta
Te bendigo hermana. Abrazo fraterno
Me gustaMe gusta
Amén qué gran mensaje!
Me gustaMe gusta
Andrés, Guillermo y Lauren. Los bendigo, gracias por sus comentarios.
Me gustaMe gusta
Amén, qué gran mensaje!
Me gustaMe gusta
Amen pastor, “Y me ha dicho: «Bástate mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad.» Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” 2 Corintios 12:9 RVR95
Al soltar, depender de Él completamente, sabiendo que él tiene el control de mi situación. Asumo que es el gigante que va delante de mi, pelea mis batallas y me da la victoria, porque donde yo termino, Él empieza.
Bendiciones, hermosa reflexión
Me gustaMe gusta
Bendiciones, que buena reflexion.
Me gustaMe gusta