Ayer duré tres horas acostado esperando entre la sala de preparación y luego en el quirófano para un procedimiento quirúrgico que me realizaron. El cirujano llegó al término de ese tiempo a realizar su trabajo que le tomaría poco menos de media hora.
¿Qué hacer en tres horas de espera en un ambiente así? Vestido con gorrito azul, forro para los pies de igual color y la típica bata con abertura posterior que nos recuerda lo frágiles y expuestos que estamos frente a cualquier intervención quirúrgica.
Vi allí personas mayores quejarse llenas de miedo porque las iban a volver a operar, hablaban de errores médicos de otras operaciones que les realizaron y escuchaba una y otra vez la misma pregunta que médicos y enfermeras nos hacían: «¿Alérgico a algún medicamento? ¿Cirugías que le han realizado?» Muchos de ellos sin mencionar versículos bíblicos, sólo con palabras positivas, trataban de infundir fe en cada uno de nosotros.
Yo oraba en mi mente todo el tiempo. Por esos pacientes y por mí mismo. En mis pensamientos le di tanto valor a conocer la Palabra del Señor. En un momento así, con más fuerza necesitamos estar aferrados, ser pacientes y esperar. Pensaba muchas veces: O CREO EN LAS PROMESAS DE DIOS o pienso que voy a cerrar mis ojos y no volveré a despertar más de la anestesia, me van a realizar un mal procedimiento, me infectaré en el quirófano, en fin, todos ellos son finalmente: ¡MALOS PENSAMIENTOS!
Si no sometemos nuestra loca y volátil mente a la Palabra del Señor, terminamos creyendo en esos pesimistas y terminales pensamientos, propios de la mente no renovada y llena de miedos, que aunque intenten buscar nido en nuestra cabeza, debemos auyentarlos en el nombre de Jesús.
Presta atención a la Palabra, piensa en ella, en los planes buenos que Dios tiene para ti. Toma espacio para meditar, de esa forma entenderás mejor lo difícil, tomarás decisiones basadas en la escritura y no en tu experiencia y limitada sabiduría carnal.
Algunos consejos personales mientras esperas:
A. Apropiate de las promesas del Señor. Por eso es importante leer diariamente la Palabra.
B. Ora y adora. Piensa en la cruz, las llagas de Jesús, su dolor que fue más fuerte que el que tú padeces.
C. Piensa menos en tu necesidad. Alrededor de ti hay alguien que quizás está pasando un momento peor que el tuyo. Busca asistir a otra persona que tenga necesidad también.
D. Enfócate en Jesús, el te ama y si permitió esa aflicción en tu vida, sabe que la puedes soportar y te está capacitando para un nuevo nivel.
Te bendigo. Si te edificó este artículo, compártelo con otros. Gracias por la fidelidad al leer este blog cada día. Abrazo fraterno. Recuerda que Dios no ha terminado contigo.
Pr. José Ángel Castilla
Amén. La lectura de la Palabra de Dios y la oración nos fortalecen en medio de cualquier prueba, Dios siempre está allí y nos ayuda. Bendiciones Pastor y que Dios siga glorificándose en su vida, gracias por compartirnos este mensaje.
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Te bendigo hermana Coritza. Gracias por seguir lo que Dios me regala cada día. Saludos al hermano Enrique. Abrazo fraterno.
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Amén. Hermoso mensaje Pastor, Dios es bueno, perfecto y prepara el corazón de sus hijos para grandes pruebas, y siempre está allí. Bendigo su vida y que Dios se glorifique aún mas en usted, con abundante salud y sabiduría para que continue edificando la vida de los demás.
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Muchas gracias Nubia. Te bendigo.
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Amén. El tesoro más grande en nuestras vidas es tener a Cristo. Valoro eso y el saber que en medio de cualquier pruebas que estemos pasando, Dios muestra su gloria y su poder sobre nosotros. Gracias pastor por esta reflexión. Abundantes Bendiciones para su vida.
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Aunque lo perdamos todo, si lo tenemos a El, somos realmente ganadores. Gracias por tu comentario.
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Gracias por este oportuno mensaje. Bendiciones Pastor.
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Amén Vanessa. Te bendigo. Saludos.
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Meditar en la Palabra de Dios, aún en medio de situaciones que nos inquietan, nos ayuda a enfrentar nuestros problemas. Recuerdo mucho la manera como enfrenté el nacimiento de mi hijo menor, hace ya 23 años: declarando el salmo 23. Maravilloso es el Señor 🙏 Pastor, le deseo una pronta recuperación.
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Muchas gracias Mónica. Te bendigo. Indiscutiblemente ese buen pastor nos guía y cuida siempre.
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Excelente mensaje
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Muchas gracias Ricardo por tu comentario. Gracias por difundir el link de éste devocional. Abrazo fuerte.
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Amén, bendigo tu vida Pastor
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