La NAVIDAD es mi época favorita del año. Las ciudades se visten de luz, árboles navideños de diverso estilo engalanan los hogares. Lencería alusiva a la época y todo tipo de decoración, nos recuerda la temporada en la que estamos. No importa cuan decorada y hermosa luzca nuestra casa, ni cuantos regalos entreguemos o comestibles disfrutemos. El verdadero sentido de la navidad es el amor de JESÚS, ¡No hay otro motivo para celebrar! Este mundo necesita ser alumbrado por LA LUZ DE CRISTO, no mágicas historias de conejos, hadas, duendes o fabricas de juguetes hechos en el polo norte. Esa no es la verdadera navidad.
Cuatro cualidades de Cristo Dios, esperado por muchos y menospreciado por su propio pueblo encontramos en este pasaje: UN CONSEJERO MARAVILLOSO, DIOS PODEROSO, PADRE ETERNO Y PRÍNCIPE DE PAZ. El Rey de Gloria, Dios encarnado en un vientre humano. Nacido en un sencillo pesebre, por no hallarse lugar en donde hospedarse María y José. Ese hermoso y maravilloso ser traería vida y luz a un mundo oscuro y muerto.
Es Jesús nuestro maestro infalible, consejero sabio cuya enseñanza permanece para siempre. Muchos corren buscando la sabiduría humana y caminan dirigidos por la experiencia de los hombres y de la religión, pero no escuchan las palabras de Jesús. Abre tus oídos en esta temporada y pregunta al Señor lo que necesites aprender, pide al maestro de maestros la sabiduría divina necesaria para tu cotidiano andar y adorna de luz tus palabras.
Comparte el amor de Jesús, extiende salvación a todo aquel que no tiene esperanza de vida eterna, en lugar de discutir sobre doctrina bíblica. Toma de tu presupuesto y dona un regalo físico, acompañado de una oración a quien tenga una necesidad emocional, espiritual o material.
Recuerda que Dios no ha terminado contigo.
Abrazo fraterno.
Pr. José Ángel Castilla
Buen mensaje que nos acerca mas a Jesús.
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Gracias por tu comentario. Bendiciones
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