En nuestra sociedad, algunas personas creen que si tienen el apellido “X”, son hijos de la persona “Y”, sólo ellas tienen acceso a privilegios y se sienten los dueños de todo. Otras se sienten poco, porque no nacieron en esas cunas privilegiadas y no hacen parte de una sociedad especial.
La identidad en Cristo nos define y estamos llamados a imitarlo. Necesitamos ser empáticos con los demás y reconocer, que mientras más sirvamos y amemos al Señor, mas se muestra Él y menos nosotros nos notamos. Hago mención a esto por lo que vamos a meditar en el siguiente pasaje. El dueño, Rey y Señor del universo, el Unigénito Cristo Jesús, no se aferró a nada.

Esa es la invitación del artículo de hoy. A que imitemos la actitud de Jesús, era Dios y sin embargo se despojó de ese vestido real para hacerse un Rey Siervo. Nunca los que lo esperaban, se imaginaron el tipo de Rey que llegaría. Por eso muchos no le creyeron. Qué tremendo que todavía hoy algunos le sigan esperando, cuando vino a los suyos y estos le negaron.
¿Por qué entonces nos aferramos a lo que perece, se acaba y no es eterno?
Aférrate a Cristo. El es nuestra esperanza, roca firme y con su humildad nos enseñó que no tuvo que mostrar realeza con títulos, corona y carrozas tiradas por caballos. Se hizo semejante a nosotros y en su humillación, sembró para Su Gloria.
Copia su actitud y despójate de todo lo que arrebate o iguale el lugar de privilegio que Jesús debe ocupar en tu corazón. Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscribete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba un nuevo artículo. Comenta y comparte con otros amigos y familiares el link de este post.
Abrazo fraterno.
Pr. José Ángel Castilla
Amén Excelente mensaje pastor Jose Angel!!! Bendiciones!!!
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Amén gracias pastor excelente mensaje lo bendigo
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