
Ofende aquel que desde lo más profundo de su corazón, tiene heridas muy profundas que muestran lo intoxicado de su corazón y su incapacidad para perdonar, porque de seguro no ha conocido el infinito amor del Señor. Quien se siente amado perdona con facilidad. Mientras no seamos plenos del amor de Dios, TODO NOS AFECTARÁ. De allí que hay personas que se ofenden con mucha facilidad y lo peor de todo, es que toman la decisión de no restaurar relaciones. Una relación rota es como un puente quebrado. Nunca más permitirá que de ninguno de los dos lados, haya comunicación, confianza, compartir el amor y logre que la reciprocidad se pierda, destruyendo la relación casi que para siempre.

Por eso el escritor de proverbios nos coloca el ejemplo de un amigo ofendido. Lo compara a una ciudad fortificada irrecuperable. ¿Cómo ingresar a una ciudad llena de muros alrededor? A eso se semeja una persona ofendida, coloca barreras que limitan volver a conectar con ella, tales como malos gestos, mirada esquiva, lenguaje verbal hiriente y hostil, etc. Detrás de esa ofensa, hay una profunda herida no sanada en el pasado.

Recuerdo a un buen amigo que tuve en la universidad. Además de la gran amistad que nos unía, eramos buenos compañeros de estudio. Un día hice una broma con un trabajo de diseño que presentó y no le agradó lo que dije. Nunca tuve la mala intención de herirlo y menos pretendí que la amistad concluyera por un simple juego de palabras. La forma como se ofendió y su esquivo deseo de perdón, puso fin a la amistad. No valieron las disculpas, el reconocer que no usé las palabras indicadas, en fin. Mis últimos cuatro semestres de carrera, lidié con malas caras que mostraban un corazón dolido y ofendido que nunca quiso perdonarme.
¿Cuántas relaciones de amistad se han roto en tu vida, producto de la falta de perdón? Los leo en los comentarios.
Ese es el resultado de guardar rencor y no hacer catársis de nuestros malos momentos. Cuando sientas que no soportas más una situación o las presiones de la vida, busca ayuda. Un buen oído y un consejo sabio, lo escuchas de un padre, un esposo, un mentor o un buen amigo. Dejemos el orgullo a un lado y valoremos la ayuda de la gente que Dios pone cerca para bendecirnos y escucharnos.
Permite que el aceite del amor de Dios, cure cada herida profunda de tu pasado. No arrastres ni convivas más con las consecuencias de un corazón dolido. De esa manera, te intoxicas de amargura e intoxicas a tu entorno. Los peores conflictos, son aquellos que dejamos que se resuelvan sólos. Alguien tiene que dar el primer paso y procurar estar en paz con los demás. Derriba las rejas que te separan de aquellos a quienes un día decidiste no perdonar. La mejor manera de lograrlo es dejándote amar por Dios y amando, para luego de eso, perdones y seas libre.
Te invito a hacer parte del Seminario resolviendo mis conflictos emocionales, a través de la plataforma zoom, a partir de hoy jueves 20 de mayo a las 6:30pm. El siguiente es el link de inscripción.
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Pr. José Ángel Castilla
Lo que Dios me habla es que todo somos iguales nadie es menos que otros todos somos hijos de Dios 🙏 siempre hay que ayudar al que necesitan algo una palabra de aliento un alimento y hay que hacerlo con amor y con un corazón dispuesto
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