
Nuestras limitaciones y dudas pueden llevarnos a no ver ni a recibir lo que Dios está obrando a favor nuestro. Lo que interpretamos como silencio o tardanza de Dios, son cinceles que pulen nuestras vidas. Derriba los muros y las estructuras mentales que no nos dejan ver a través de los ojos de la fe. El Señor está siempre listo para actuar, pero necesitará dispensarios de fe que estén listos a creer en su poder sobrenatural.
Hacemos lo posible cuando oramos, leemos la escritura y abrazamos las promesas de Dios. Lo imposible le corresponde hacerlo al Señor. Hacer lo posible en fe atraerá lo imposible y sobrenatural que sólo puede hacer Dios. ¿Qué piensas que puede hacer Dios contigo para éste tiempo? ¿Qué milagro esperas que se desate en los próximos días?

Cuando nos desesperamos nos comportamos como necios y olvidadizos de los principios aprendidos. Vuelve a tu ABC de la fe y llévalo a la práctica. Seamos congruentes entre lo que predicamos y después decimos o hacemos. En la vida y el corazón de un hijo de Dios deben de mostrarse frutos dignos de arrepentimiento propios de la nueva vida en Cristo.
Camina por fe creyendo en cosas extraordinarias y sorprendentes de parte de Dios. Recuerda que Él no ha terminado contigo. Suscribete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba una nueva entrada. Bendice a tus amigos y familiares reenviando el link de este mensaje. Deja tus comentarios al final. Abrazo fraterno.
Pr. José Ángel Castilla
Amen avivar nuestra fe
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