Por naturaleza caída con la que luchamos en este trabajo diario de sometimiento de nuestra carne, tenemos batallas contra las dudas, la incredulidad y el no salir de nuestra zona de comodidad. No es fácil dar pasos de fe cuando no estás viendo nada. Lo más sencillo y fácil, será siempre esperar en lo tangible. En días pasados en los que mi única hija cumplió quince años, sentí en mi corazón realizarle una cena familiar con las personas más cercanas. Mis limitaciones y dudas sobre lo que Dios quería para ella fueron vencidos, ya que permitió que se hiciera un evento de honra por encima de lo que mi mente pensó.

Dios siempre nos sorprende y supera nuestras expectativas. Suelta tus cargas y miedos y déjate sorprender por el Señor. Oro a diario por ver Su fidelidad y provisión manifiesta en cada necesidad que pueda presentarse. En esta oportunidad vi a Dios moverse junto conmigo en este proyecto de honra a favor de mi hija. A veces las cosas no se darán si no nos movemos a conquistarlas. Dando pasos de fe, veremos la manifestación de poder del Señor en cualquier área de tu vida en la que necesitas algo.

Sueltate a dar Pasos de fe, para proyectos y sueños por realizar. Espera y nunca ceses de creer en un Dios de maravillas y que obra permanentemente a nuestro favor. Abre tu boca y agradece a Dios por sus movimientos sorpresivos de bendición. Camina enfocado en Jesús y verás los cielos abrirse. El Señor recompensa a los que lo buscan y creen en Él de todo corazón. Oro que un nuevo nivel y medida de fe te mueva a salir de la zona de comodidad a favor tuyo y el de tu familia. Recuerda que Dios no ha terminado contigo.

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Pr. José Ángel Castilla