Sonreír es una bendición. Llegar a lugares donde encuentras a personas que te reciben con la alegría reflejada en su rostro, bendice la vida de cualquiera. Cuán desagradable es entonces, ser portadores de un rostro amargado, lleno de rabia y manifestarla a nuestro alrededor. La falta de paz, de luz, del amor y el perdón del Señor nos roban las sonrisas del rostro. Hay gente que se le olvidó sonreír 😊. Otros sienten que no tienen motivos para hacerlo.

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¿Qué vas a hacer para mantener esa alegría?

Pablo insta, estando preso detrás de las rejas de su celda, a los filipenses a que estuvieran siempre llenos de la alegría verdadera que sólo viene del Señor. Y para que no sea sólo una vez, les vuelve a repetir lo mismo: ¡Alegrense! Que la esperanza del regreso del Señor por su iglesia sea un motivo para que estés lleno de gozo. Mira en la línea del tiempo ⏳, quien eras y quien eres hoy en Cristo y podrás decir que aunque las cosas no han sido fáciles, Él ha estado contigo.

Sonríe hoy desde lo profundo del corazón ♥ y dale gracias a Dios, pero también porta esa alegría como una bandera 🚩, para que le alegres y seas medicina y bálsamo a la gente a tu alrededor. Pero no permitas que nada te robe el gozo, la alegría del corazón, el cual su fuente ⛲ eterna se llama Cristo Jesús.

Recuerda que Dios no ha terminado contigo. Suscribete a este blog y recibirás notificación cada vez que suba un nueva entrada. Bendice a tus amigos y familiares reenviando el link de ésta reflexión. Deja tu comentario al final. Abrazo fraterno para todos.

Pr. José Ángel Castilla