Cada vez que me preguntan: Cuál es el secreto para caminar y no claudicar en los caminos del Señor? Mi respuesta siempre ha sido la misma: PERMANECER. Muchos abortan la vida en Cristo porque no se supieron mantener FIRMES, en medio de las TENTACIONES que el enemigo de nuestras almas les tendió. O también las PRUEBAS que el Señor les ha permitido vivir, en aras de pulir el carácter y sacar lo mejor de nosotros. Todo hombre de Dios pasará por ambas, sea al PRINCIPIO, EN LA MITAD O AL FINAL DE LA VIDA EN CRISTO. SEREMOS PROBADOS Y PASAREMOS POR EL TAMIZ. Al principio no entendía mucho acerca de los procesos de la vida. Sólo cuando comencé a experimentar duras batallas, entendí que necesitaba: CREER Y CONFIAR ciegamente en mi Señor.

Si te llamas seguidor de Jesús, cargas también una cruz pero invisible. Librarás batallas que ganarás y luchas en donde saldrás herido y golpeado, pero la batalla, Cristo la ganó en la cruz. Esa victoria frente al pecado y las debilidades ya fue ganada y es nuestra. Este camino en Cristo es de valientes, no de especuladores que por mucho hablar y decir que estaban firmes, terminaron cayendo. Cobra valor en el Señor, si tropezaste y caíste, fallándole a Dios o has querido retroceder: ¡LEVANTATE! en medio de los golpes y tentaciones recibidas. Dios no espera que seamos perfectos, pero si humildes para reconocer cuando hemos tropezado. NO EXISTE INMUNIDAD contra el pecado, por eso debemos estar atentos.

Tenemos a Jesús y con Él, caminaremos hasta el fin, pero perseverando, porque siete veces podrá caer el justo y siete veces nosotros los justificados en Cristo: NOS LEVANTAREMOS. Aún hay camino por recorrer amado lector. Recuerda que Dios te ama y aún no ha terminado contigo. Suscríbete a este blog y recibirás notificación a tu correo electrónico, cada vez que suba una nueva entrada. Reenvía el enlace de esta reflexión a tus amigos y familiares. Deja tu comentario al final del blog.

Abrazo fraterno.

Pr. José Ángel Castilla